Helado ligero y con un sabor muy especial para los fanáticos de la comida japonesa.
La propuesta del verano ha venido directamente de nuestra señorita Miss Blank, que no podía dejarnos indiferente, una vez más, proponiéndonos un exquisito y fresco helado de té verde, un helado ligero y con un sabor muy especial para los fanáticos de la comida japonesa.
Había buscado otras alternativas para hacer un helado diferente, pero lo cierto es que me apasiona este sabor, y teniendo la oportunidad tan a mano no quise desperdiciarla.
Ahí va la receta! La preparación es sencillísima:
Mezclamos las yemas de huevo junto con el azúcar y batimos hasta hacer una masa homogénea.
A continuación ponemos la leche a calentar en un cazo hasta que llegue al punto de ebullición, en ese momento añadimos poco a poco la yema con el azúcar y vamos removiendo para que se mezcle bien. Dejamos que la mezcla se caliente a fuego lento hasta que llegue a espesar un poco. Retiramos y dejamos que se enfríe mientras calentamos el agua. Una vez empieza a hervir echamos las cucharadas de té verde y removemos para que quede bien disuelto.
Esta mezcla la añadimos a la crema anterior previamente enfriada a temperatura ambiente.
Un helado sencillísimo, tan sólo necesitas leche, azúcar, nata, agua, huevo y té verde
A continuación montamos la nata que, después, agregaremos a la mezcla anterior.
Removemos bien y metemos en el congelador.
Para mantener una textura suave iremos batiendo cada 45-60 minutos rompiendo los trozos de hielo que se van formando, de esa forma tendremos un espesor más cremoso. Tal y como aconseja Silvia, repetimos la operación 3 veces hasta obtener la textura deseada. (Pero puedes repetir cuantas veces desees hasta obtener la que a ti te gusta)
Una vez esté a tu gusto, sólo queda servir, decorar y DISFRUTAR!!Sencillísimo, sabrosísimo y SANÍSIMO!! No os parece??
Y ahora…a por el chapuzón!!